El pasado lunes empezamos a experimentar con moviemiento en clase de Composición coreográfica, comenzamos la práctica realizando movimiento con el que nos identificamos y sentimos cómodos, con una manera de movernos que asumimos nuestra y estos ejercicios yo los disfruto mucho porque siento que nos ayudan a aprender y descubrir muchas cosas de nosotros mismos, los disfruto porque son espacios en los que podemos buscar quiénes somos y porqué me muevo como me muevo.
En la siguiente etapa del ejercicio lo que hicimos fue lo contrario, explorar áreas, calidades y tiempos con los que no nos identificamos mucho o que no realizamos mucho pero buscando un ritmo interno que nos llevara al movimiento, a mi me gusta imitar lo que veo en la naturaleza me he dado cuenta de eso últimamente, aunque se me dificulta aterrizar mis ideas y darles un sentido en el espacio tangible, en el espacio intangible o mental o espacial como a mí me gusta llamarlo (claro que refiriéndome al espectro terrenal pero que abarca las ideas), todo tiene un sentido, entonces comencé a tratar de evocar un árbol desde el nacimiento, desde que es una rama pequeñita a como comienzan a crecer sus raíces y hojas, como empieza a tomar un espacio y a habitar realmente su área y como el viento mueve sus hojas, en una forma que es no ondulatoria pero que tiene un vaivén para mi gusto hermoso, me gustan las criaturas marinas entonces quise también representar los movimientos de una estrella desde el centro hasta las extremidades y las ventosas que se pegan en la arena pero que arrastra el mar.
Siento que es importante buscar un balance entre uno, la naturaleza y las personas de las que uno se rodea, buscar un balance, una conexión que nos lleve a encontrarnos con nosotros mismos y buscar no la trascendencia del cuerpo pero del intelecto y de nuestro ser.
*Imagenes de:
http://deeplovephotography.tumblr.com/
http://montereybayaquarium.tumblr.com/
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